sábado, 27 de junio de 2009

Abelardo Delgado -Poesía, lucha y dignidad-



En 1848 con el Tratado de Guadalupe-Hidalgo, México cede a los Estados Unidos más de la mitad de su territorio, aproximadamente 2 millones de kilómetros cuadrados que incluyen los actuales estados de California, Nevada, Utah, Colorado y Nuevo México. Entre los notables aspectos del tratado, se encuentran los siguientes: se estableció al Río Bravo del Norte o Río Grande como la línea divisoria entre Texas y México; se estipuló la protección de los derechos civiles y de propiedad de los mexicanos que permanecieron en el nuevo territorio estadounidense. Además, Estados Unidos aceptó patrullar su lado de la frontera y los dos países aceptaron dirimir futuras disputas bajo arbitraje obligatorio. Los 75,000 mexicanos que no se movieron de sus territorios pasaron a conformar una "minoría étnica". Con el tiempo esa minoría fue creciendo hasta llegar a los treinta millones de personas de "origen mexicano" que viven hoy en en todo el territorio "americano" es de destacar que cuando el senado estadounidense ratificó el tratado, eliminó el Artículo 10, el cual garantizaba la protección de las concesiones de tierras dadas a los mexicanos por los gobiernos de España y de México. también debilitó el Artículo 9, el cual garantizaba los derechos de ciudadanía de los mismos dejando a los chicanos en una situación de indefensión y de marginalidad.

Es probable que la palabra "chicano" venga como apócope de "mexicano": y es de suponer que fuera en principio una palabra denigrante (dada la mala pronunciación de la x transformándola en ch) pero los chicanos con una solida literatura de resistencia y de lucha, con intelectuales surgidos en su mayoría de la clase trabajadora que valientemente denunciaron entre deportaciones y vueltas la discriminación a la que eran sometidos sus compatriotas, con su intenso activismo político transformaron el termino hasta convertirlo en materia de orgullo.

Es dentro de esta tradición de resistencia y lucha que se inscribe la poesía de Abelardo Delgado nacido en una humilde familia en Chihuahua, México, en 1930 con la que se traslado a El Paso donde pasó su niñez en un bloque súper hacinado con veintitrés familias y sólo tres baños a pesar de la pobreza y de jugar con todo en contra Abelardo se graduó de Bowie High School en 1950. En ese momento, la universidad, para un inmigrante mexicano era prácticamente imposible así que por muchos años trabajó en la construcción y en restaurantes.

En 1955, Lalo comenzó a trabajar con los jóvenes pobres en un centro comunitario en El Paso, ayudando a encontrar puestos de trabajo y oportunidades educativas. Ocho años después de terminar la escuela secundaria, Lalo logró encontrar su camino a la universidad y obtuvo una licenciatura en español de la Universidad de Texas en El Paso en 1962. A comienzos de los años 60, trabajó con César Chávez en el movimiento campesino, y más tarde se convirtió en el Director Ejecutivo del Consejo de Migrantes de Colorado. Durante este tiempo, también empezó a escribir poesía,. En 1969, publicó "Chicano: 25 piezas de un Chicano Mind", que incluía "Estupid America", su más conocido poema. Su poesía refleja las luchas, las esperanzas, sentimientos, deseos y sueños de los mexicano-americanos.

Además de su legado como artista y activista, Lalo fue un maestro ayudó a desarrollar muchos programas de Estudios Chicanos en universidades de todo el Oeste de los Estados Unidos, incluida la Universidad de Colorado, enseñó durante 17 años en el Metropolitan State College de Denver





Estúpida América

Estúpida América, mira a ese chicano
el gran cuchillo que tiene entre sus manos
no quiere asesinarte,
quiere sentarse en un banco
y tallar cristos,
pero tú no lo dejas.
Estúpida América, oye a ese chicano
que grita maldiciones en tu calle
es un poeta sin lápiz ni papel
y como no puede escribir estallará.
Estúpida América, recuerda a aquel chicano
que triunfó en matemáticas y en inglés
él es el Picasso de tus estados del oeste
aunque muera con mil obras maestras
colgando sólo en su cerebro.




Un día viene

Un día se acerca
en que la miseria terminará.
un día se acerca
en el que la pobreza
abrirá cuentas bancarias
en todas las naciones.
Un día se acerca
lo oigo venir
en el que los paisanos
reunirán a sus hijos una verde primavera
y se iran de vacaciones.
Creo que casi lo veo
un día se acerca
en el que los soldados
serán condecorados por tender los brazos
en lugar de matar a sus pobres hermanos.
Un día se acerca
en el que los amantes
se servirán en grandes tazones
un amor cálido y fiel
Un día se acerca
en el que el Cristo que regresa
será el Cristo, que nunca se fue.
Un día se acerca
en que los que los padres pedirán a sus hijos
una amistad duradera
en lugar de respeto.
Un día se acerca
en el cual los estudiantes
y los pobres obrero
serán mitad y mitad
de algo más fuerte.
Un día se acerca
en que los presos
saldrán a campo abierto
gritando libertad.
Un día viene,
Yo lo veo venir.

El Barrio


Yo soy ese pedazo de tierra
que siempre está esperando recibir la mano,
el único,
el que esta ciudad está tratando de ocultar.
Soy la casa de la gente a la que el sueño americano
mintió descaradamente.
Desde mi esquina quieta
veo las jóvenes morenas sin futuro
en su Lunes repetido de lavadanderos
veo como cuentan sus fábulas desgarradas
como un chisme de secado al sol
y como algunas comadres van de boca en boca.
Soy este desorden de calles con basura,
y el peso innumerable de la necesidad.
Mi naturaleza se llama emergencia
y nadie escucha.
Yo soy el alma mater de las almas y los cuerpos perdidos.
Soy la promesa incumplida del laboratorio
de un estúpido trabajador social.
Yo eructo como un volcán disgustado en sus entrañas
escupo al enfermo igual que al delincuente.
Soy el colchón podrido de una puta anciana
el lugar donde se entierran las ambiciones.
Yo soy el barrio, la favela, el gueto,
Donde el progreso se llama dolor en el pulgar
y se respira en el espíritu común
que termina siempre en explosiones
Yo Fabrico derrota de una plausible calidad,
conservadora, cómoda, alienada,
soy una casa para todos
los que sufren, la sed y el hambre.
Hasta formar un precioso escombro.
Soy humano,
mi piel absorbe enfermedades.
A través de la médula de mis huesos
una rata de juguetona
echa las cartas a tres cucarachas
mientras los piojos bailan una festiva pieza
como un barrio preparándose para la venida de Jesús.


El camino más seguro



Queremos ir a un lugar,
sin tenernos que arrastrar,
donde
la leche
y la miel
sean ríos y lagos.
Vagos esfuerzos
en la historia
nos traen a la memoria
que no hay tal lugar.
Uvar
que no crece a araña,
que no teje telaraña,
no atrapa moscas
y pronto se muere.


El camino más seguro
es el más duro,
el de piedra,
el de asfalto,
el de lucha.
Sólo luchando
se cumple el destino.
Sólo soñando
podemos
comparar
la realidad
que corta
y nos hace sangrar.
Lograr
quisiera
vivir
tanto tiempo
para poder ver
tal lugar
donde los niños juegan,
las mujeres, a más de ser amadas,
son respetadas,
donde los hombres
no conviertan sus prójimos en bestias,
donde los humanos no sean molestias.

Nota: La salvaje y bastante libre traducción de estos versos corrió a cargo de Carlos Juric y ojalá el poeta desde donde esté ahora no me lo tome a mal.

1 comentario:

Acuarius dijo...

se le ve simpático :)